En esta nueva edición de otoño, el escaparate de Grand Seiko nos cuenta la historia de un bosque y de cómo, con un movimiento suave y casi imperceptible, se transforma, pasando por los colores más verdes, de sus hojas de verano, hasta los tonos más rojizos del pleno otoño.
Pintamos con acuarela un degradé de colores: verdes plenos, amarillos intensos, naranjas brillantes y rojos profundos sobre una capa sutil de madera. Luego cortamos a mano muchas piezas con una forma que está inspirada en las hojas de arce, el árbol típico del momiji Japonés. Tomamos esta hoja como referencia y haciendo una abstracción de su forma, descubrimos su semejanza con las agujas del reloj Grand Seiko.
Con nuestras hojas-agujas formamos un tótem, un mosaico degradado y abstracto que muestra el paso del tiempo y que nos invita a observar cómo la naturaleza se transforma debajo de nuestros ojos sin casi darnos cuenta.
Pisa las hojas, siente el crujir. Respira hondo. Bienvenido al otoño.